Antoine Dufilho: el escultor que “descompone” coches míticos

2022-12-08 10:37:09 By : Ms. Nancy Dai

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Antoine Dufilho da forma a los coches más famosos de la historia del automóvil con una técnica tan original que parecen moverse en función del ángulo desde el que los observemos.

El artista francés Antoine Dufilho parecía destinado a dedicarse al arte y el automóvil, aunque la medicina y la arquitectura fueron las protagonistas de su formación. Cuando tu abuelo conduce un Bugatti Grand Prix y tu padre tiene una colección de verdaderas joyas en la que se incluyen un Bugatti Type 57 Ventoux y un Type 37, además de tres De La Chapelle, es muy difícil que no desarrolles una afición por esta forma de arte con ruedas. Su formación académica, tres años en medicina y luego arquitectura, le aportaron las bases sobre las que se apoyan sus creaciones. Sus estudios de medicina le dieron el conocimiento de las complejas estructuras anatómicas que oculta la piel, mientras que la arquitectura le dio una nueva forma de pensar y le proporcionó las habilidades técnicas para investigar nuevas formas.

Su primera escultura la creó como el regalo para el 60 cumpleaños de su padre, un Bugatti, por supuesto. Su familia se mostró tan entusiasmada con el trabajo que le animó a que dejara la arquitectura y se dedicara a la escultura. En 2011 sus tres primeras obras se mostraron en el salón Retromobile de París y a partir de ahí su carrera ha sido imparable. Dufilho utiliza principalmente metal, acero y aluminio en sus creaciones, aunque también los intercala con maderas nobles. Sus esculturas descomponen en diferentes capas la silueta de los coches más reconocibles de la historia pero conservando su inconfundible línea.

A las afueras de Lille se encuentra su estudio-taller, construido a base de contenedores y otras estructuras industriales ensambladas. Aquí el escultor cuenta con el apoyo de tres personas para producir entre 20 y 35 piezas al año. Cada una de esas piezas tiene entre 60 y 300 componentes que tienen que cortarse de manera ultraprecisa, mecanizarse y recibir un acabado perfecto. Dufilho trabaja con materiales y recursos locales, tanto en las materias primas como en la pintura y otros productos, siempre procedentes de distribuidores situados a menos de 30 kilómetros de su estudio. El único trabajo que subcontrata es el corte láser de láminas de metal, realizado por un especialista francés, trabajo que luego completa con su portentosa habilidad.

El escultor francés también utiliza la resina para las piezas de mayor tamaño y ha empezado a utilizar maderas nobles, como en el caso de una escultura de una lancha Riva. En otros casos, como en el Mercedes-Benz W196 Streamliner, se combina el ébano con el acero. Cada pieza es una edición de ocho unidades, con cuatro pruebas de artista y la galería MAD exhibe sus obras en sus sedes de Dubai, Taiwán y Ginebra aunque también pueden verse en otras salas de exposición de Los Ángeles, París y Miami.

Otra forma de experimentar en la “descomposición” visual de vehículos míticos es la pieza que representa un Jaguar E-Type. Para realizarla Dufilho fabricó a mano 2.250 barras de acero inoxidable, de apenas 2 milímetros de diámetro cada una¡ y las coloreó para acentuar la estética exquisita del automóvil. Más tarde colocó cada una de las barras a mano sobre una base de palisandro, de forma estratégica y meticulosa. El resultado es que el espectador descubre una representación sutil y diáfana del mítico Jaguar que al girar el ángulo de visión o pasar junto a la pieza produce la sensación de que el Jaguar de 78,5 centímetros de largo está en movimiento.

Coleccionistas de todo el mundo le piden obras que reproducen sus valiosos coches originales, como el caso del reconocido Peter Mullin, propietario del Petersen Museum de Los Ángeles. Por encargo de Mullin, Dufilho ha creado una escultura única de acero inoxidable sobre una base de aluminio de 90 centímetros, que se exhibe en el museo junto al modelo real, un Bugatti Type 57 SC Atlantic, un vehículo que ya es una escultura en sí mismo.

Hace dos años Antoine Dufilho se atrevió con piezas de tamaño natural. “La primera escultura de este tipo está inspirada en el Ferrari 330 P4. Es una pieza importante de cuatro metros de largo por dos metros de ancho, hecha de 100 placas de aluminio rojo con diferentes ángulos para adaptarse a la forma de la carrocería”, declara el artista. Pesa 800 kilogramos y las placas están ancladas mediante dos listones que las fijan a una base de 400 kilogramos de peso. Pudimos fotografiar este Ferrari a las puertas del Hotel Barrière Le Westminster, en Le Touquet Francia, donde se mostraba una selección de sus obras. La próxima obra de gran tamaño será un Ford GT40 que se exhibirá en la sede de Ford.